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Información general sobre la seguridad contra incendios y quemaduras
¿Cuáles son los distintos tipos de quemaduras?
Una lesión por quemadura se produce por la transferencia de energía de una fuente de calor al cuerpo. Hay muchos tipos de quemaduras provocadas por fuentes térmicas, radiación, sustancias químicas, fricción o contacto eléctrico.
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Las quemaduras por fuentes térmicas se producen a causa de fuentes de calor que elevan la temperatura de la piel y de los tejidos y provocan la muerte o la quemadura de las células del tejido. Los metales calientes, los líquidos hirviendo, el vapor y las llamas pueden provocar quemaduras térmicas.
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Las quemaduras por radiación son las que se producen debido a la exposición prolongada a los rayos ultravioleta del sol o a otras fuentes de radiación, como las radiografías.
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Las quemaduras por sustancias químicas se producen por ácidos o alcaloides fuertes que entran en contacto con el cuerpo.
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Las quemaduras por fricción se producen cuando se genera calor entre un objeto y la piel. El objeto suele estar en movimiento a una velocidad alta.
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Las quemaduras eléctricas se producen por el contacto con una corriente eléctrica, por ejemplo, por un cable pelado o por la caída de un rayo.
Los incendios son una de las causas principales de las muertes relacionadas con lesiones accidentales entre niños y adolescentes. En los Estados Unidos, la mayoría de las muertes por exposición al fuego se producen por incendios domésticos. En promedio, este tipo de incendios avanza rápido y solo le da a la familia 2 minutos para escapar.
La causa principal de las muertes y lesiones por incendios residenciales entre los menores de 5 años es el juego de los niños cuando se los deja sin supervisión. La mayoría de los incendios iniciados por juegos de los niños empiezan con fósforos o encendedores.
Tomar algunas precauciones en su hogar puede ser de gran ayuda para mantener segura a su familia. Puede tomar las siguientes medidas para que su casa esté más protegida de los incendios y se eviten las quemaduras:
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Instale detectores de humo y deles mantenimiento (los detectores de humo en funcionamiento pueden disminuir a la mitad las probabilidades de morir en un incendio residencial). Debería haber al menos un detector en cada piso. Los detectores deben estar cerca de cada habitación en la que duermen los miembros de la familia. Deben probarse los detectores una vez al mes y se deben reemplazar las baterías al menos cada 6 meses.
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Mantenga a los niños a una distancia de al menos 90 cm (3 pies) de cualquier elemento que se caliente. Los calentadores y los hornos con estufa pueden producir quemaduras que ponen en peligro la vida.
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Cocine con cuidado. No deje a los niños pequeños solos en la cocina mientras haya comida cocinándose. Aleje las asas y los mangos de las ollas del borde la estufa. Si tiene niños pequeños, no use manteles. Los niños pequeños pueden tirar del borde y arrojarse accidentalmente la comida caliente encima.
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Tenga un plan para los bebés y los niños pequeños que no pueden salir de la casa por su cuenta. Decida quién sacará al niño de la casa.
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Enséñeles a sus hijos cómo deben reaccionar si suena la alarma contra incendios. Enséñeles a agacharse y salir. Enséñeles que no deben volver a entrar a la casa.
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Instale sistemas de aspersión.
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Elabore con su familia un plan de escape en caso de incendio y hagan prácticas de simulacro de incendio. Asegúrese de que todos conozcan dos rutas de evacuación de cada habitación. Decidan un lugar de reunión fuera de la casa.
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Tenga extintores de incendio y encárguese de que le hagan el mantenimiento adecuado.
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Baje el termostato del calentador de agua a 120 °F (49 °C) o menos para evitar quemaduras.
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Cuando bañe a los niños, colóquelos de espalda a los grifos para que no abran accidentalmente el agua caliente.
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Nunca deje a los niños solos en la tina, ni siquiera durante unos segundos.
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Instale dispositivos antiquemaduras para los grifos y los cabezales de la ducha.
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Enséñeles a sus hijos prácticas seguras en caso de incendios y quemaduras. Nunca juegue con fósforos ni encendedores frente a los niños. Mantenga estos objetos en un lugar seguro fuera del alcance de los niños.
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Guarde las velas fuera del alcance de los niños. Apáguelas siempre que salga de la habitación y a la noche.
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Mantenga las sustancias químicas fuertes, como los limpiadores para cañerías, fuera del alcance de los niños. Si es posible, guárdelos en un armario bajo llave.
Revisor médico: Eric Perez MD
Revisor médico: Stacey Wojcik MBA BSN RN
Revisor médico: Tennille Dozier RN BSN RDMS
Última revisión:
8/1/2023
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